Cada día, nuestros hijos pueden estar enfrentándose a una realidad que nos cuesta detectar, y a veces, hasta entender. El acoso escolar, bullying e incluso el ciberacoso, son problemas que debemos analizar para buscar y aplicar soluciones.
Hoy se celebra el Día Internacional contra la violencia y el acoso escolar. Podemos aprovechar este día para ahondar en una problemática que nos afecta a todos como sociedad. Recordemos que el bullying es un problema presente para muchos adolescentes, pero que dejará huella en el futuro. Por eso, debemos trabajar hoy en erradicar este fenómeno. Una de las maneras de hacerlo, que llevamos a cabo ya desde hace años en escuelas y centros educativos es enseñar meditación.
¿Qué es el acoso escolar?
Tal y como nos define wikipedia, el acoso escolar es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre estudiantes de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado, tanto en el aula, como a través de las redes sociales, con el nombre específico de ciberacoso. Estadísticamente, el tipo de violencia dominante es el emocional y se da mayoritariamente en la clase y en los patios escolares. Los protagonistas de los casos de acoso escolar suelen ser niños y niñas en proceso de entrada en la adolescencia, siendo ligeramente mayor el porcentaje de niñas en el perfil de víctimas.
Según datos del Plan Internacional, desarrollado por la UNESCO, se estima que 246 millones de niños y adolescentes podrían ser víctimas de la violencia al interior y alrededor de sus escuelas. Este fenómeno afecta desproporcionadamente a las niñas, así como a aquellos que presuntamente no se ajustan a las normas sexuales y de género predominantes.

¿Cómo trabajar para eliminar el acoso escolar?
¿Cómo erradicar este problema tan alarmante en nuestra sociedad? Sin duda, educar es una de las maneras de conseguirlo. Educar en el respeto, el conocimiento de uno mismo y la gestión de las emociones. Y todo eso se puede conseguir a través del mindfulness y la meditación.
Desde hace años trabajo con diferentes escuelas impartiendo formaciones de meditación y mindfulness tanto para los alumnos como para el profesorado y los padres. Aplicando estas técnicas me he dado cuenta de que aporta:
- Mejor tolerancia ante el estrés.
- Un mayor positivismo.
- Mejora la empatía y el amor propio.
- Ayuda a potenciar las relaciones sociales y la inteligencia emocional, entre otros muchos aspectos.
Estos nuevos recursos que se pueden enseñar a través del mindfulness y la meditación, ayudan a controlar las propias emociones y a ponerse en el lugar de otro, por lo que, en segunda instancia, ayudan a reducir el acoso escolar.
Primeros pasos para aplicar mindfulness con los niños
Para poder trabajar mindfulness con niños debemos ayudarles a que se coloquen de forma correcta e invitarles a que comiencen, a ser conscientes de su respiración, que sientan como el aire entra y llena sus pulmones. Que vean cómo su vientre se hincha y deshincha de forma acompasada.
Poco a poco, y dependiendo del objetivo de la sesión, debo ir guiando su atención para que sea plena, que esté en el momento presente. Siempre a través de la respiración e invitando a los pequeños a observen cómo se sienten.
Son muchas las formas de trabajar con niños el mindfulness, os dejo uno de los vídeos de mi canal de Youtube que os invito a trabajar, si sois profesores o padres, con los niños, después de la escuela o del parque, cuando han pasado un momento de excitación y tienen que volver a la calma.