La muerte, ese tema que solemos evitar, que nos llena de miedos y tabúes. Sin embargo, ¿y si te dijera que la muerte puede ser una puerta a una vida más plena y consciente? A menudo, tendemos a ocultar la realidad de la muerte detrás de una fiesta de Halloween o un día festivo en el Día de Todos Los Santos. Sin embargo, la meditación ofrece una vía para explorar la muerte con sinceridad, recordándonos que forma parte esencial de nuestra existencia. Soy ShiaSlow, instructora de meditación y mindfulness y hoy quiero hablarte de la relación entre la meditación, el mindfulness y la comprensión de la muerte a través de algunas vivencias y aprendizajes personales que llevo conmigo. ¡Espero que te ayude sea cual sea el momento que estés transitando!
La Muerte en la vida cuando desconocemos la Meditación
La muerte es una realidad que todos enfrentamos en algún momento de nuestras vidas. A menudo, nuestra primera experiencia con la muerte ocurre cuando somos niños, y mi caso no fue una excepción. A los siete años, perdí a mi padre, pero en ese entonces, el dolor y la comprensión de la muerte eran difíciles de gestionar. Pasé de puntillas sobre esto, no me enteré de mucho. No fue hasta que, con 20 años, enfrenté la pérdida de mi abuelo que la muerte me impactó profundamente.
La muerte de mi abuelo fue como si me hubieran arrancado el corazón en un instante y fuera insostenible volver a sentir amor. Sentí que el mundo se había vuelto más frío y oscuro. La realidad de la muerte me golpeó con fuerza, y mi mente se llenó de preguntas sin respuesta. En ese momento no conocía los beneficios de la meditación y el mindfulness como una forma de comprender y aceptar la muerte para vivirla en paz.

La presencia mental y la Meditación en el duelo
La sociedad a menudo evade el tema de la muerte, centrandola en cuestiones como los seguros de vida y las herencias. Pero, ¿qué sucede cuando nos enfrentamos a la inevitable realidad de la muerte? La muerte forma parte de la vida, y deberíamos estar preparados para ella.
A través de la presencia mental y la meditación, he encontrado un profundo sentido de plenitud al hablar de la muerte, no debemos temerla aunque sí respetar su momento. Recuerdo una escena muy simbólica durante un viaje en Varanassi en la India, en la que vi a niños jugando a la pelota al lado de un lugar muy austero dónde se realizaban cremaciones de cadáveres, lo que me demostró que la muerte y la vida están intrínsecamente entrelazadas. Estaba siendo espectadora del maravilloso proceso de la existencia, desde su nacimiento a su desenlace corporal. La muerte no es el final, sino una transformación, y podemos abrazarla con serenidad.
Porque para morir has tenido que vivir. Esta reflexión es fundamental para comprender que la muerte no es un punto final, sino una parte natural del proceso de la vida que la existencia es un proceso humano lleno de significado y enseñanzas.
El poder del momento presente
La meditación y el mindfulness me han ayudado a vivir con mayor consciencia y a cambiar mi perspectiva sobre la vida y la muerte. Siempre es doloroso cuando alguien a quien amamos se va, pero la meditación nos enseña a enfrentar el dolor sin sufrir innecesariamente. Como dice el Buda: «El dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional.» y podemos elegir vivir despiertos en lugar de estar dormidos en vida; muertos en vida.
La meditación también tiene beneficios significativos cuando enfrentamos el duelo por la pérdida de un ser querido. Ayuda a hacer presente lo que sucede, a aceptarlo y a liberarse del sufrimiento innecesario. La meditación nos permite validar el dolor, acogerlo y aprender de él. Nos recuerda lo mucho que amamos, la gratitud que debemos sentir por lo vivido y nos enseña a dejar ir amando, lo que es una forma profunda de amar las leyes naturales de la vida y honrarlas.

¿Qué nos enseña la Muerte mientras estamos en Vida?
La muerte es una invitación a vivir con más consciencia y gratitud. A través de la meditación y el mindfulness, podemos abrazar la muerte como parte de la vida y encontrar paz en su abrazo. La muerte no es el final, sino una transición hacia lo desconocido, y podemos enfrentarla con valentía y serenidad.
Al comprender que la muerte es parte esencial de la vida, podemos vivir de manera más consciente y apreciar cada momento. La muerte no es el fin, sino un nuevo comienzo en el ciclo de la existencia, y podemos abrazarla con amor y gratitud por la vida que hemos tenido.
Practicar la Meditación y el mindfulness va más allá de la mera adquisición de habilidades. Es un viaje de empoderamiento personal y transformación interior propio. A medida que profundizas en las prácticas, experimentarás una mayor conexión contigo mismo y una comprensión más profunda de tus patrones mentales y emocionales, de lo que sucede y cómo te afecta.