Mil veces habremos escuchado eso de “si tú no te quieres, quién te a va querer” y es algo que no deja de tener vigencia ni de ser una verdad como un templo. En muchas ocasiones no nos queremos a nosotras mismas tanto como deberíamos, con lo que no proyectamos esa imagen y sentimientos hacia los demás. Y queremos y aceptarnos tal y como somos es el primer paso para permitir llegar hasta los demás y viceversa.
Primero, nosotras mismas
Muchas veces damos vueltas a la manera en la que nos relacionamos e interactuamos con los demás y con frecuencia vivimos situaciones cuestionables respecto al trato que otros nos dan. Pero, ¿te has planteado cómo te tratas a ti misma?
Aunque pueda parecer una obviedad, es esencial conocernos a nosotras mismas. Y no solo lo referente a gustos, aficiones o cuestiones físicas, que, por supuesto, también importan. Debemos conocernos por dentro, descubrir nuestros sentimientos y emociones, saber cómo nos sentimos ante determinadas situaciones y aprender a afrontarlas y a gestionar nuestras emociones. En demasiadas ocasiones, cuando hacemos estas introspecciones hacia nuestro interior lo hacemos de manera negativa, para sacar solo aquello que creemos que hacemos mal o en lo que nos hemos equivocado. Eso es algo que debemos hacer, pero siempre de manera constructiva, para poder partir de un punto que nos haga mejorar y aceptarnos mejor tal y como somos.
Solo aceptándonos como realmente somos, conociendo en profundidad nuestras emociones y sentimientos, seremos capaces de valorar lo que tenemos que ofrecer al mundo y, en consecuencia, no aceptar menos de lo que nos merecemos. Dejarnos querer comenzar por querernos a nosotras mismas tal y como somos, aunque siempre con la visión constructiva de intentar ser mejores día a día.

La importancia del autocuidado
Preocuparnos por nosotras mismas no es ni mucho menos egoísta. El amor propio es el primero que debemos sentir y regar día a día para poder ser capaces de dar y recibir otros tipos de amor. Solo queriéndonos y aceptándonos como realmente somos, podremos recibir de los demás ese cariño que deseamos.
Aceptar, que ya somos perfectas tal y como somos, y que hemos venido a la vida a disfrutar, desde el respeto a nosotras mismas y a todos los seres con los que nos relacionamos.
El autocuidado puede aplicarse a diferentes ámbitos, como el físico, el emocional, el social o el mental. Todos y cada uno son precisos para obtener esa paz mental tan deseada y necesaria. No significa necesariamente anteponer nuestras necesidades a las de las personas que nos rodean, sobre todo las que depende de nosotras de un modo u otro. Pero sí implica escuchar a nuestro cuerpo, atender a sus señales, conocernos, tener tiempo para nosotras mismas y prestar atención a nuestros sentimientos y emociones.
Meditar para llegar a nuestro interior
El ritmo diario, los problemas, la salud… Todo contribuye a ese estrés que tan perjudicial es para nuestra salud. Asimismo, a veces nos centramos demasiado en el pasado, en las cosas que pasaron y en las que no debieron pasar. Todo eso nos afecta, en general de manera negativa, porque lejos de ayudarnos a conocernos mejor a nosotras mismas, no hacen sentirnos decepcionadas, frustradas o, incluso, tristes.
Por otro lado, está el mirar demasiado hacia adelante. Por una parte, es algo positivo, porque demuestra que tenemos ganas, ilusiones y proyectos, pero también puede aportarnos una dosis extra de estrés y ansiedad.
Gracias a la meditación podemos concentrarnos en el presente y vivir el momento actual. Existen tantas formas de meditar como personas, ya que cada una podemos elegir la manera que más se adecúe a nuestras circunstancias.
Una manera estupenda de adentrarse en este campo es la micromeditación, que consiste en pequeñas prácticas de tan solo unos minutos. Este tipo de ejercicios son perfectos para realizar en cualquier momento del día, cuando nos sentimos desbordadas o tristes, ya que no necesitan más que dedicarles 2-3 minutos para poder centrarnos en lo verdaderamente importante, escuchar nuestro cuerpo y reconectar con nuestro yo interior.
Con la práctica continuada de esas pequeñas micromeditaciones iremos adquiriendo el hábito y, poco a poco, nuestro propio cuerpo nos irá demandando más. La meditación es una práctica ancestral sin ningún tipo de contraindicación, pero sí múltiples beneficios que se puede desarrollar de muchas formas diferentes y que nos ayuda a conseguir ese bienestar físico y mental tan necesario.
En ShiaSlow te ofrecemos cursos de meditación y mindfulness, además de sesiones de coach emocional y muchas otras actividades para potenciar tu bienestar físico y mental. Aprender a relajarnos y llegar a nuestro interior es esencial para conocernos mejor y liberarnos de las tensiones y el estrés diario que, muchas veces, nos impiden avanzar y nos bloquean. Tenemos multitud de actividades, tanto individuales como grupales, para ayudarte a conseguir esta paz mental que tanto deseas y necesitas.